A pesar de que contemos con un buen equipo y las herramientas adecuadas, con años de experiencia y con la mejor disposición para ofrecer nuestros servicios de pintura, es posible que nos falte algo imprescindible para que ser contratados. Se trata del presupuesto de pintura, el punto en el que se concreta nuestra propuesta ante el cliente después de que éste haya preguntado por nuestros servicios y tarifas.
Toda persona que desea contratar a un profesional para pintar una casa o cualquier otro espacio lo hace con el objetivo de conseguir unos determinados resultados a nivel estético. Sin embargo, es menos habitual que se fije en detalles como las propiedades y la calidad de la pintura, la mano de obra o el tiempo que se necesita para realizar el trabajo.
Por ello, es importante plasmar estas tareas en el presupuesto para que los clientes sean conscientes de todo lo que conlleva un trabajo de estas características. A continuación te mostramos los consejos más importantes sobre cómo debe ser tu presupuesto de pintura para resultar elegido frente a otros. Además, conocerás cómo ofrecer una imagen profesional de tus servicios y cómo evitar malentendidos con los clientes por los servicios ofrecidos o por el precio.
Antes de elaborar el presupuesto que nos solicite el cliente para pintar una casa u otro espacio, es imprescindible que conozcamos en profundidad qué es lo que está buscando. Para ello debemos reunirnos con él en la estancia que desea pintar y recorrerla juntos, tomando nota de todo cuanto nos indique y de todos los detalles que podamos observar, desde los metros de paredes y techos que deben pintarse hasta los distintos colores, tonos y tipos de pinturas en los que está interesado el cliente.
En esta fase hay que tener en cuenta que el cliente puede consultarnos sobre ciertas cuestiones relacionadas con la reforma en las que le surjan dudas. Es importante proponerle opciones que se ajusten en todo lo posible a lo que está buscando y dar consejos relativos a la decoración. Además de resultar de ayuda, un buen asesoramiento nos posicionará como expertos en la materia.
Tras la reunión, llega el turno para trasladar al papel los datos referentes al presupuesto, que le haremos llegar por el medio que el cliente nos haya especificado (papel, e-mail, WhatsApp, etc.).
Para realizar el presupuesto debemos valorar tanto la cantidad de pintura y de materiales que serán necesarios como el tiempo que llevará realizar todo el proceso. También la mano de obra que será necesaria, pues en función del trabajo será suficiente con una persona o se necesitarán más. En algunos casos será el cliente el que elija la pintura y el que la suministre, pero en otros será el propio pintor el que se encargue de ello, por lo que habrá que incluirlo en el presupuesto.
Aspectos a tener en cuenta a la hora de hacer un presupuesto de pintura
El presupuesto que presentemos al cliente debe incluir nuestros datos fiscales completos como empresa, así como nuestros datos de contacto. Además de ser lo más detallado posible, en todo momento debe ser claro de entender por alguien que no es profesional en la materia.
Los trabajos a realizar deben estar descritos paso a paso para que no haya lugar a confusiones. Cada partida (por ejemplo, tapado de muebles, retirada de embellecedores de elementos eléctricos, enmasillado y lijado, varias manos de pintura…) mostrará su precio, de tal forma que al final, con la suma de todas ellas, se alcance una cantidad total a la que hay que sumar los impuestos pertinentes.
Si el presupuesto no se entrega en mano, es aconsejable realizar una llamada al cliente para confirmar que ha recibido el documento e invitarle a preguntar cualquier duda o cuestión que le suscite. Además, en la parte final del documento se debe indicar el periodo de validez del presupuesto, que suele ser de al menos 15 días. En todo momento debemos ofrecer al cliente transparencia, ya que será la mejor forma de que confíe en nuestro trabajo.
